martes, 22 de septiembre de 2009



En Santa Ana de Coro, la Curiana de los Caquetíos, primada de las ciudades de Venezuela y Patrimonio Cultural de la Humanidad, coincidiendo con los actos de celebración de los 482 años de su fundación, se realizó en su zona colonial el VI Foro Nacional de Investigadores de Arte Rupestre. Esto puede entenderse como un desagravio y como una revancha: un desagravio ante el olvido oficial y genérico de nuestras raíces indígenas y como una revancha, en el marco de una efeméride que recuerda la invasión hispánica, de nuestra ínclita indianidad.

La fiesta del conocimiento que es el Foro Nacional de Investigadores de Arte Rupestre fue convocada por la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda y la Casa de la Diversidad Cultural, capítulo Falcón, con la valiosa colaboración de la Asociación del Artesanos del Municipio Miranda, el Museo de Arte Coro y la Zona Educativa del estado Falcón.

Ponentes de los estados Carabobo, Vargas, Miranda, Táchira y Falcón compartieron con un público nutrido y entusiasta durante cuatro días sus experiencias y sueños nacidos al contacto con el imaginario indígena y su legado cultural. En este sentido, se ha propuesto cambiar la denominación originaria de Foro Nacional de Investigadores de Arte Rupestre y llamarlo Foro Nacional de Investigadores de Arte Rupestre y El Legado Indígena para reflejar la filosofía inclusiva que justifica estos eventos. El tema se tratará en la séptima edición que se realizará en el estado Carabobo, en el segundo trimestre del 2010.

Es evidente que los petroglifos, las pinturas rupestres, las piedras míticas y los geoglifos son manifestaciones del legado indígena, pero hemos optado por destacar esta área en particular de nuestra herencia ancestral como el móvil primero de estos encuentros.

La proposición del nuevo nombre también es un reflejo de el reconocimiento que los Foros Nacionales de Investigadores de Arte Rupestre, desde su edición príncipe en Mérida en 2005, han querido tributar a los investigadores y estudiosos de la herencia amerindia que luminosamente nos han precedido –en la primera edición el homenajeado fue J.M. Cruxent (in memoriam)–; y nada más apropiado que sumar a nuestro nombre un gesto de identificación con la obra de Gustavo Pereira, quien titulase El Legado Indígena (2004) un libro en el que busca hacer llegar a todos –como que se trata de una edición popular y de distribución gratuita– una imagen genuina y rica en matices de las contribuciones de los pueblos amerindios a la cultura universal y a la cultura americana de manera más señalada. Como un aporte al debate venidero, ofrecemos una breve nota biográfica de esas que se leen en las solapas y las contraportadas de los libros: “Gustavo Pereira.

Punta de Piedras, isla de Margarita, 1940. Poeta, Doctor en Estudios Literarios por la Universidad de París, Francia. Fundador del Departamento de Humanidades y Ciencias y del Centro de Investigaciones Sociohumanísticas de la Universidad de Oriente. Director y fundador de la revista Trópico Uno de Puerto La Cruz. En 1958 formó parte del grupo Símbolo. Ha obtenido numerosos premios y reconocimientos desde 1965, entre otros, el de la XII Bienal Literaria José Antonio Ramos Sucre (1997). Recibe el Premio Nacional de Literatura en el 2000. Ha publicado una treintena de libros entre los que destacan: Preparativos para el Viaje (1964), En Plena Estación (1966), El Interior de las Sombras (1970), Los Cuatro Horizontes del Cielo (1970), Libro de los Somaris (1974), Vivir contra Morir (1988), Historias del Paraíso (1999), Dama de Niebla (1999), Oficio de Partir (1999) y Costado Indio (2001). De las páginas generosas de El Legado Indígena (p.p. 44,45), espigamos estas líneas del poeta Vicente Arreaza (Kaikutsé), fiel representante de las tradiciones del pueblo Pemón:

Ime:rü
Yetaipokasak tüse, tetuwausen mörö
Wük yedak pörö, chiakarö-rö
Wei-ton kutüima, pemón danük,
Ipon-pün-kon tetamesan wiyupatü-pon
Maiyikonok, u-yemata amankinin,
Taron damük etöereʼda tanna tok
Dapüriwik ótók rüi-pan waraino.
Tupon-kon nonkasak tok-da sörö
Tuwörö yöi panta pochinaʼpo-rö.

Amazona amincha-rö.

Ime:rü
Por las laderas de los siglos
contando los soles que alumbraron
el caminar de los hombres desnudos
aquella llovizna moja mi rostro
mientras miro pasar pájaros
de alas amatista.

Van al sur
dejaron sus nidos
en alguna enramada de bejucos.

La Amazonia a lo lejos.

Los Foros Nacionales de Investigadores de Arte Rupestre son un espacio para el encuentro de la Ciencia y el Arte. En esta ocasión se presentaron ponencias en los espacios del Museo de Arte Coro; talleres de pintura lítica, recital de poesía y un concierto-conferencia sobre instrumentos musicales indígenas en la Casa del Artesano; se diseñó la programación de tal modo que los ponentes y los participantes asistieran a conciertos con la Orquesta Sinfónica del Estado Falcón y de música latinoamericana interpretada por los hermanos Israel y Gustavo Colina en el Teatro Armonía.

En jornada de trabajo de Servicio Comunitario, los estudiantes de la Carrera de Educación en Ciencias Sociales, mención Turismo, de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda, realizaron en los espacios del Núcleo Centro-Norte Dr. Marino Colina, en Puerto Cumarebo, Municipio Zamora, un mural a base de pintura lítica inspirado en los petroglifos documentados en la costa, la llanura árida y la fresca serranía del estado Falcón.

En compañía de los investigadores de campo Lino González y Leoncio Perozo, quienes compartieron su sapiencia y años de experiencia en Arqueología con la generación de jóvenes investigadores, visitamos la estación “Los Letreros”, como llaman los vecinos de Taratara a los petroglifos de la playa de Cucuruchú, Municipio Colina, Estado Falcón. El Foro concluyó con un ágape frugal a base de frutas silvestres, salchichas, queso, pan, lapa común (Patella vulgata) y unos pocos termes o comejenes a orillas de la playa, frente al infinito de sol y de mar del Caribe.

Para concluir esta breve reseña del VI Foro Nacional de Investigadores de Arte Rupestre Coro-Puerto Cumarebo 2009, queremos compartir con Uds. estos versos de Arreaza-Kaikutsé:

Uneta neke
Uyenu-tanetapukasaʼdau, wey waraino-rö
ere-da Sörö-rö prau yen pata eserema,
Rörä teʼsen, une:ta neke-rö eren eta:-da.

Silencio
Ojos abiertos veo luz incandescente de soles
El resplandor azul del planeta océano
Oídos atentos a la escucha del canto inaudible.

Cudán de Cuté, lo que en antiguo idioma caquetío significa: para servirle a usted.

Camilo Morón
CIAAP-UNEFM